La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo y específico del aprendizaje que afecta aproximadamente a 1/10 niños provocando fracaso escolar.
Este trastorno está caracterizado por un deterioro en la capacidad de reconocer palabras de forma precisa y fluida, lectura lenta e insegura, escasa comprensión en esta, déficit en el deletreo y escasa capacidad ortográfica. Suelen presentar dificultad en la comprensión cuando estas personas leen pero no cuando lo hacen otras.
Además de presentar dificultades en el aprendizaje de la lectura y escritura, las personas que padecen este tipo de trastorno específico del aprendizaje, pueden presentar problemas en el razonamiento matemático, velocidad de procesamiento, habilidades motrices, percepción visual y/o auditiva. También se pueden ver afectadas la memoria a corto plazo, la organización, la secuenciación y el lenguaje hablado.
Las personas con dislexia no son personas «tontas», ni «vagas» u «holgazanas», sino que, como se ha demostrado con estudios de neuroimagen, mientras leen o escriben utilizan predominantemente áreas del cerebro diferentes a las que utilizan las personas sin dislexia. Estas personas suelen tener un cociente intelectual (CI) normal o incluso superior a la media normal.
La mayoría de los niños aprenden a leer al percibir que las palabras están formadas por los sonidos (conciencia fonológica). Posteriormente conectan los diferentes sonidos con las letras del abecedario (correspondencia entre fonemas y grafemas). Por último, aprenden a combinar los sonidos y las letras para formar palabras y frases y leer de forma automática.
Las personas con dislexia, sean niños o adultos, presentan problemas tanto a nivel de conciencia fonológica como al establecer correspondencias entre grafemas y fonemas, lo que dificulta que la lectura sea un proceso automático que requiere un gran esfuerzo derivando en problemas de comprensión.
Los principales problemas de los niños con dislexia son los que afectan a la conciencia fonológica, la correspondencia fonema-grafema y el reconocimiento rápido de las palabras.
A parte de estos signos y síntomas, también podemos encontrar los siguientes:
Estos síntomas no los tienen que presentar las personas con dislexia en su totalidad, sino que cada persona es única y pueden presentar solamente algunos de ellos. Además, como se ha mencionado anteriormente, estos síntomas son independientes del CI de la persona y a problemas visuales y/ o auditivos.
Otros problemas o complicaciones añadidos que pueden presentar las personas con dislexia son problemas para aprender y seguir las clases en la escuela, problemas sociales y personales como ansiedad, baja autoestima, problemas de conducta y retraimiento social.
Para hacer una clasificación de la dislexia, deberíamos hablar de dos tipos: adquirida y evolutiva.
Asimismo, otra posible clasificación según los síntomas predominantes del paciente es:
El principal problema que encuentran los niños que padecen de dislexia es la autoestima baja, debido a que el sistema escolar y la educación se basa en la lecto-escritura, es decir, donde estas personas presentan los mayores problemas. Por tanto, tienden a sentirse «tontos» y que «no valen para nada».
La dislexia se suele diagnosticar durante la enseñanza primaria. En algunos casos, no es evidente hasta que el niño es mayor y se espera de él que lea y entienda textos escritos extensos y complejos.
La dislexia solo se puede diagnosticar mediante una evaluación exhaustiva e integral hecha por un especialista en lectura, psicólogo o neuropsicólogo, sea en el ámbito escolar o privado. Los pediatras suelen conocer los signos de la dislexia y pueden orientar a las familias para que reciban la ayuda adecuada.
El retraso en la identificación de la dislexia puede crear problemas de mayor importancia en la lectura, así como una baja autoestima. Por eso, es tan importante reconocer los signos y síntomas de la dislexia cuanto antes en la enseñanza primaria e iniciar una instrucción especializada en la lectura de inmediato.
Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento que se puede seguir con estos niños se basaría en realizar estimulación cognitiva siguiendo un plan individualizado partiendo de sus signos y síntomas (puntos débiles) y de sus fortalezas, así como un posible tratamiento psicológico en el caso de que la persona presentara problemas asociados como de autoestima, emocionales, conductuales y/o sociales.
Los niños con dificultades lectoras suelen evitar la lectura porque es una tarea que les supone un gran esfuerzo y que les resulta muy estresante. Por eso, desaprovechan las valiosas oportunidades para practicar la lectura y se van quedando cada vez más atrasados en comparación con sus compañeros de clase.
Es importante que apoye los esfuerzos de su hijo fomentando la lectura y ayudándolo a leer cuando estén en casa. Así mismo, trate de dar a su hijo oportunidades para que desarrolle la confianza en sí mismo.
En PsicoTorres podemos ayudarte a tratar la DISLEXIA. Nos encontramos en Calle María Auxiliadora, Nº 74, 2ºB o Calle María Auxiliadora, Nº 55, Entreplanta. También realizamos terapia online. Pide información y tu cita en el 653234336.
Los neurotransmisores son sustancias químicas endógenas, es decir, generadas por nuestro organismo (en este caso por el cerebro) que transmiten información de una neurona a otra mediante la sinapsis. Los neurotransmisores se liberan a través de las vesículas sinápticas situadas en la extremidad de las neuronas pre-sinápticas mediante el impulso nervioso. Posteriormente, atraviesa el espacio sináptico y actúa cambiando el potencial de acción en la neurona receptora (neurona post-sináptica), fijándose en puntos precisos de su membrana post-sináptica.
A lo largo de la historia se han descubierto y descrito más de 100 tipos de neurotransmisores categorizados en base a sus propiedades químicas y moleculares. Los podemos clasificar como excitadores (cuando despolarizan la neurona post-sináptica) e inhibidores (cuando polarizan la neurona post-sináptica).
Por otra parte, los principales grupos de neurotransmisores son los aminoácidos (glutamato y GABA), los neuropéptidos (encefalina y endorfina) y las monoaminas (dopamina, noradrenalina, etc.). Todos ellos son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y mente. Estos nos preparan para actuar en las diferentes situaciones que vivimos en el día a día, disminuyendo o aumentando la cantidad o niveles de cada uno, según lo requiera la situación. Además, si tenemos deficiencia o exceso de algún neurotransmisor, esto nos puede producir desórdenes o trastornos en diferentes planos.
En este post nos enfocaremos en los principales neurotransmisores:
Neurotransmisor excitador más común en el Sistema Nervioso Central (SNC) relacionado con la memoria y su recuperación, así como el aprendizaje y la plasticidad cerebral. Es excitotóxico en cantidades excesivas, es decir, es tóxico para las neuronas pudiendo producir la muerte de estas. También está relacionado con enfermedades como el Alzheimer, el Huntington, la demencia asociada al VIH, Ictus hemorrágicos, epilepsia y la enfermedad lateral amiotrófica. Funciona como mediador de la información sensorial, motora, cognitiva y emocional.
Principal neurotransmisor inhibitorio del SN descubierto por Eugene Roberts y Jorge Awapara sintetizado a partir del glutamato por medio de la enzima descarboxilasa del ácido glutámico. Se encuentra tanto en el cerebro como en la médula espinal. Las neuronas sensibles al GABA se hayan en el tálamo, hipotálamo y lóbulos occipitales, jugando un papel importante en la cognición, control motor, estrés, agresividad y el comer. Niveles bajos de este neurotransmisor ocasiona excitación neuronal provocando ansiedad ; sin embargo, si está ausente puede provocar epilepsia.
Su función es inhibitoria y principalmente ayuda a bloquear el dolor.
Efecto similar a los opiáceos reduciendo el dolor, el estrés y ayuda a recuperar la calma.
Neurotransmisor inhibidor descubierto por Arvid Carlsson y Nils-Ake Hillarp. Principalmente hay dos receptores de este neurotransmisor. El D1 que se encuentra en el núcleo estriado; y el D2 que sirve como autorreceptor en las neuronas mesolímbicas y nigroestriadas. Este neurotransmisor está relacionado con los mecanismos de recompensa del cerebro y es uno de los principales actores en las adicciones. También está relacionado con descenso de la líbido, desmotivación, trastornos del estado de ánimo, psicosis (esquizofrenia) y la enfermedad del Parkinson. Además, encontramos 4 circuitos neuronales:
Neurotransmisor excitador que desencadena reacciones para la supervivencia y ante situaciones estresantes. Cumple funciones tanto fisiológicas (regulación de la presión arterial, del ritmo respiratorio y dilatación de las pupilas) como psicológicas (mantenernos en alerta controlando la atención y la concentración).
Von Euler fue el pionero en observar este neurotransmisor. Sintetizado a partir de la dopamina y liberada por el Sistema Nervioso Simpático. Es un neurotransmisor excitador que también se haya en las células endocrinas y es liberado por las neuronas del tronco encefálico. Se encarga de la regulación del sueño, del hambre, motivación, toma de decisiones, velocidad de procesamiento, memoria, ira, placer sexual y estado anímico. Si se haya en niveles bajos, junto a otros neurotransmisores, puede dar lugar a la depresión . Junto con la epinefrina, estimula el sistema cardiovascular para provocar la reacción de lucha o huida.
Comúnmente denominada como la “hormona de la felicidad”. Se atribuye su descubrimiento a Vitorio Esparmer. Neurotransmisor producido y secretado en la sustancia gris central de los núcleos del rafe y las neuronas que la sintetizan se encuentran en el tallo cerebral. Es un neurotransmisor excitador relacionado con la emoción; la regulación del estado de ánimo, del deseo sexual, del apetito y la vigilia. También se encarga de modular la ansiedad y la agresividad. Niveles altos producen sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. Por el contrario, niveles bajos pueden producir insomnio, depresión, ira y está muy relacionada con el trastorno obsesivo-compulsivo.
Descubierta por el fisiólogo Otto Loewi, es un neurotransmisor excitatorio que se encarga de la estimulación de los músculos (incluyendo los gastrointestinales) y de la programación del sueño REM y el paso a la vigilia. Niveles bajos de ACH está relacionado con pérdida de memoria, atención, concentración, velocidad de procesamiento, aprendizaje, paralización de los músculos esqueléticos; así como está directamente relacionada con la Enfermedad de Alzheimer al haber una disminución de este neurotransmisor (Donezepilo, Galantamina, Rivastigmina para el Alzheimer). Niveles excesivos de ACH provoca contracción de los músculos esqueléticos, es decir, espasmos musculares.
Los neurotransmisores juegan un papel importante en el correcto funcionamiento del SNC (encéfalo y médula espinal) así como en las funciones cognitivas (memoria, lenguaje, atención, funciones ejecutivas, etc.), motoras y emocionales. Un exceso o un déficit de algún neurotransmisor provoca desregulaciones del organismo así como posibles trastornos mentales.
En PsicoTorres podemos ayudarte a tratar los problemas asociados o derivados del exceso o déficit de los neurotransmisores. Nos encontramos en Calle María Auxiliadora, Nº 74, 2ºB o Calle María Auxiliadora, Nº 55, Entreplanta. También realizamos terapia online. Pide información y tu cita en el 653234336.
En PsicoTorres somos un equipo de psicólogos expertos en distintos campos de la psicología. Ante la pandemia que estamos viviendo, contamos con medios y medidas de seguridad para realizar terapia online o presencial. Gracias a la Telepsicología podemos llegar a cualquier lugar del mundo. Nuestro objetivo como centro sanitario es aportar una ayuda multidisciplinar abordando una amplia gama de necesidades de la población. Estamos especializados en distintos servicios. A lo largo de este artículo habrá distintos hipervínculos en los que se puede pinchar para obtener más información.
Nuestro equipo tiene una amplia formación para abordar distintas problemáticas como: procesos de duelo, distintos síndromes clínicos de ansiedad, depresión, problemas de autoestima, crisis del ciclo vital, problemas de comunicación, disfunciones sexuales, abusos sexuales o violaciones, violencia de género, transexualidad, problemas con la alimentación, etc. Asimismo, somos expertos en Psicopatologías graves como los trastornos de personalidad o la bipolaridad. Además, hemos estado aprovechando el tiempo de confinamiento para obtener formación actualizada en los problemas psicológicos asociados a la nueva situación que ha generado el coronavirus.
Debido a la situación actual, no estamos atendiendo a niños ya que es inviable realizar terapia online o presencial respetando la distancia de seguridad. Sin embargo, es uno de los servicios que también somos expertos. Continuamos en la actualidad, vía telemática o presencial, con los adolescentes.
Algunas de las problemáticas que solemos abordar en este campo son: bullying , trastorno del déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), problemas de lenguaje, depresión, altas capacidades, abuso sexual infantil, problemas con la alimentación, psicooncología infantil, adicciones a las nuevas tecnologías, rivalidad entre hermanos, fobias, miedo al fracaso, niños tiranos, maltrato de hijos a padres, intentos de suicidio, etc.
Además de atender problemas de pareja o sexuales en terapia individual, somos especialistas en terapia de pareja. Ayudamos en cualquier punto donde se encuentre la relación; ya sea al inicio o en los procesos de divorcio. Tratamos problemas de comunicación, celos, interacciones negativas, ayudamos a fomentar las interacciones positivas, etc. También realizamos mediación familiar, incluyendo a distintos miembros de la familia si el caso así lo requiere.
Otro de los servicios que aportamos en nuestra clínica sanitaria es la evaluación y tratamiento neuropsicológico. En este caso, es recomendable que la terapia sea presencial aunque también es posible online. El Neuropsicólogo tendría que estudiar el caso y ver la viabilidad de ambas opciones. Algunas de las problemáticas que solemos abordar son: ictus, enfermedad de Alzheimer, discapacidad intelectual, etc.
El peritaje psicológico es otro de los recursos que ofrecemos en PsicoTorres. Realizamos evaluaciones e informes para el ámbito penal, civil y social. Del mismo modo que el servicio neuropsicológico, en este caso, no siempre es posible realizarlo vía online.
Si estás interesado en alguno de nuestros servicios puedes consultarnos a través del número de teléfono 653234336 y te informamos sin compromiso. Puedes tener la cita vía online o presencial. Estamos en calle María Auxiliadora, Nº74, 2ºB o calle María Auxiliadora, Nº 55, Entreplanta Nº1. Contamos con todas las medidas de seguridad necesarias que requiere la COVID-19. También puedes pedir tu cita a través del siguiente enlace–> pincha aquí.
Muchos de nosotros, estaremos reaccionando con ansiedad ante la situación de incertidumbre que estamos viviendo. Todos sabemos que la ansiedad es un proceso adaptativo que nos alerta de un peligro. Ahora bien, cuando la ansiedad se prolonga en el tiempo, se convierte en desadaptativa y nos genera diversos problemas, llamados síntomas.
Como explicamos en anteriores artículos, ¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?, SÍNDROMES CLÍNICOS DE LA ANSIEDAD y CÓMO MANEJAR LA ANSIEDAD, la ansiedad puede presentar tanto síntomas físicos como psicológicos. Los síntomas físicos se pueden experimentar en forma de taquicardia, sudoración, presión en el pecho, insomnio, cambios en el apetito, etc. Mientras que los síntomas psicológicos se experimentan en forma de pensamientos irracionales, despersonalización, desrealización, irritabilidad, etc.
Uno de los síntomas más comunes de la ansiedad es el pensamiento basado en el miedo o irracional. Por ejemplo, todos en algún momento hemos pensado ¿y si me pasa a mí? Los pensamientos anticipatorios y catastrofistas, son irracionales, por lo que no sirve de nada dedicarle más tiempo a pensar en posibilidades futuras.
Para manejar este tipo de pensamientos, es conveniente escribirlos y comprobar qué probabilidad hay de que ocurra lo que estoy pensando y si tengo pruebas para ello. Normalmente, no adivinamos el futuro ni sabemos lo que va a pasar, así que no sirve de nada darle más vueltas a ese pensamiento. Los pensamientos se manejan mucho mejor fuera, que dentro, ya que, si no, corremos el riesgo de bloquearnos o dejarnos llevar por la fantasía catastrofista. De ahí la importancia de escribirlo y poder llevar la atención hacia otra tarea que sí pueda controlar o manejar.
Cuando tenemos ansiedad, nuestro sistema nervioso autónomo reacciona, y reacciona activándose ante un peligro: con sudoración, dilatación pupilar, aumento del ritmo cardíaco, etc. ¿Cómo podemos manejarlo? La clave está en bajar el nivel de activación. Para ello es crucial manejar nuestra respiración y poner atención plena en ella. Una vez que nuestro cuerpo se relaje, podremos pensar con mayor claridad, ya que, hiperactivados, nuestras funciones cognitivas no responden con normalidad.
En muchos casos, las sensaciones físicas nos las provocamos nosotros sin querer, es decir, si hacemos las cosas corriendo, desayunamos mientras contestamos correos, no descansamos bien, etc, es normal que nuestro cuerpo reaccione. Es muy importante no identificar esas sensaciones con ansiedad, sino que, si estamos haciendo flexiones, es normal que nuestro corazón bombee más rápido (utilizar el pensamiento racional).
Esto es la pescadilla que se muerde la cola, si os dais cuenta: pensamos con mayor claridad si estamos más relajados, y viceversa, si pensamos las cosas de manera lógica, nuestras sensaciones físicas se mantienen a raya.
Utiliza la respiración diafragmática, técnicas de relajación como la de Jacobson, que ya os contamos, (https://www.psicotorres.es/blog/relajacion-progresiva-de-jacobson/)o cualquiera que conozcas.
La actividad física nos va a ayudar a conciliar el sueño (si se realiza por la mañana) y a mantener también nuestros síntomas físicos y psicológicos más estables.
Si buscas, encuentras. Si estás constantemente buscando síntomas, los vas a encontrar. Si estás todo el tiempo mirándote el pulso, observando si tienes más presión ocular, si tu pierna se ha dormido, etc, los síntomas de ansiedad se van a disparar. Es importante descentralizar la atención del cuerpo y ponerte con alguna tarea que requiera atención y concentración.
Estamos en época de confinamiento, algunos quedándonos en casa y otros luchando por nuestra salud o haciendo posible el abastecimiento de nuestra ciudadanía. Estamos expuestos a una situación sin precedente, muy difícil a todos los niveles. Por lo que es totalmente normal, tener miedos y preocupaciones. Asimismo, es posible que nuestro estado de ánimo se vea afectado.
¿Cómo podemos gestionar todo esto? No tenemos una solución mágica, pero si podemos hablaros de la fórmula de la felicidad que ayudará en esta época de confinamiento. Nuestras hormonas juegan un papel muy importante; tanto en el estado de ánimo, como en nuestro sistema inmune. Por ese motivo, vamos a dedicar este post para hablaros de la importancia de las hormonas de la felicidad.
Podemos pensar que nada podemos hacer para estimular la química de nuestro cerebro, pero lo cierto es que hay muchas formas de dar un poquito de felicidad a nuestro cerebro de forma natural, sin recurrir a los fármacos. El autocuidado es un ejemplo de ello.
Además, la felicidad no solo incrementa nuestro estado de ánimo, sino que gracias a ella nuestro sistema inmune se fortalece. Lo explicamos con un ejemplo: cuando estamos estresados o sentimos ciertos niveles de ansiedad prolongados en el tiempo, nuestro cuerpo empieza a segregar cortisol. El cortisol es veneno para nuestro organismo, debilita nuestro sistema inmune. Por lo que es muy beneficioso para nuestra salud segregar otro tipo de hormonas, sobre todo las que se relacionan con la felicidad. ¿Cuál es la fórmula de la felicidad?
Gracias a esta hormona tenemos sensaciones como el placer o la relajación. También, nos aporta confianza, seguridad, tranquilidad, optimismo. Sensaciones que en esta etapa de confinamiento son de suma importancia. La dopamina influye en nuestros procesos cognitivos y emocionales. Esto quiere decir que no solo influye en nuestra manera de sentirnos, sino que también tiene un papel importante en la toma de decisiones, la memoria, el aprendizaje, la motivación, etc. Aspectos que las personas que sigan trabajando de forma presencial necesitan tener al 200% para proteger su propia salud, ya que están expuestos al contagio.
Dentro de las hormonas de la felicidad la oxcitocina es una de las más populares porque es la hormona del amor. Está relacionada con vínculos afectivos como la intimidad, sexualidad, confianza, fidelidad, etc. También produce sensaciones de calma y empatía. En el caso de las mujeres, la oxcitocina tiene un papel muy importante en el parto y la lactancia.
Esta sustancia que segrega nuestro cerebro tiene el poder de aliviar el dolor y es una de las hormonas más relacionadas con la felicidad. Nos aporta esa sensación de plenitud. Es esa lágrima que se nos cae cuando nos emocionamos escuchando una canción o esa sonrisa tonta que ponemos mientras hacemos aquella cosa que tanto nos apasiona. Esa oleada de felicidad que nos invade se llama Endorfinas. Es un opiáceo natural sin efectos secundarios.
Esta hormona está relacionada con la autoestima y la confianza. La falta de ella es lo que nos puede generar los estados depresivos. Por ese motivo, es una hormona muy relacionada a nuestro estado de ánimo y bastante conocida por todos. Tiene un papel muy importante en el desarrollo de otras funciones como la digestión, el deseo sexual, la regulación térmica, disminuye la agresividad y regula el sueño.
Aquí os dejamos unas pequeñas recomendaciones para estimular de forma natural la fórmula de la felicidad en el confinamiento. Esperamos que sean de utilidad. Recordamos que podéis contar con nosotras para sobrellevar mejor esta etapa. Podéis poneros en contacto a través del número de teléfono 653234336 y os informamos de como llevamos a cabo las terapias online.
En este post, vamos a dar una serie de claves para ayudar a identificar las múltiples inteligencias que podemos tener. Gracias a Howard Gardner se ha cambiado la idea que teníamos como inteligencia. Cada uno de nosotros somos diferentes cognitivamente, contamos con diferentes capacidades y ninguna de ellas es mejor que otra.
Aún persiste la creencia de que la inteligencia son los aspectos verbales y numéricos. En la mayoría de colegios, aún, solo se centran en estos dos tipos de inteligencia. Esto es un grave error, ya que nuestros pequeños y pequeñas se pueden sentir unos «fracasados», unos «tontos», «incapaces» de superar las pruebas académicas que se les exigen. Sin embargo, el fracaso está en el sistema educativo, ya que no se adecua a las necesidades de cada niño de forma individualizada. No se potencia cada capacidad, sino que se les exige cumplir el mismo estándar, algo que resulta imposible. Esto nos puede llevar a confusión y diagnosticar a niños que fracasan académicamente, como ya explicamos en el post de Trastorno del déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Hay una frase popular que describe muy bien aquello de lo que hablamos:
«Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil».
No está dentro de nuestras competencias cambiar el sistema educativo, pero si podemos hacer una pequeña reivindicación y lanzar el mensaje de que cada persona es única. No tener unas excelentes notas, no significa que no vaya a ser un excelente profesional posterior. Tampoco debe dañar nuestro autoconcepto, o visión sobre nosotros mismos.
Cuidado con las altas exigencias. Cuidado con las comparaciones del tipo «mira Fulanito que ha sacado un 9 y tú un 6, muy difícil no habrá sido el examen». No podemos ser buenos en todo, o quizás para lo que seamos buenos no esté reflejado en ninguna o casi ninguna asignatura que estamos cursando. Una nota no habla de quienes somos, ni mucho menos de quién podemos llegar a ser.
La inteligencia tiene relación con el modo en el que la gente desarrolla capacidades especiales que son importantes para su modo de vida. Por ello, hay que tener en cuenta TODOS los roles. ¿Qué inteligencia tiene un atleta, un cocinero, un psicólogo o un ingeniero? Cada uno tiene una inteligencia diferente que le hace apto para su trabajo.
Gardner en su teoría sobre las inteligencias múltiples hablaba especialmente de 7 tipos, aunque actualmente se han ido reconociendo alguna más.
Las personas con inteligencia lingüística tienen una alta sensibilidad para el significado de las palabras. Son buenos oradores, con facilidad para expresar y comunicarse. El ejemplo más típico es el poeta.
Las personas con esta inteligencia tienen una mayor capacidad para usar los números. Analizan bien los datos, categorizan, clasifican, demuestran hipótesis, etc. El prototipo es el matemático o profesionales de esa índole.
Esta inteligencia permite tener un buen control del movimiento corporal propio. También la tienen las personas con una buena habilidad para manejar objetos. Este tipo de inteligencia la tienen los deportistas o también personas que se dediquen a trabajos manuales como podrían ser los mecánicos, joyeros, etc.
Las personas con esta inteligencia destacan por su capacidad para percibir el mundo de un modo visoespacial. Esta inteligencia es imprescindible, por ejemplo, para los arquitectos.
Este tipo de inteligencia habla sobre la comprensión y expresión del lenguaje musical. Las personas que la tienen son buenos percibiendo el tono, la melodía y el ritmo. Por supuesto, estamos hablando de los músicos, bailarines y cantantes.
Esta inteligencia se refiere a la capacidad para percibir los elementos característicos de las relaciones humanas como son los estados de ánimo, los sentimientos, etc. Las personas que la tienen destacan por su empatia. Este tipo de inteligencia es la que los psicólogos solemos tener potenciada.
Este tipo de inteligencia es la capacidad para conocerse a uno mismo. También es la capacidad para adaptarse a los demás y al propio fluir de la vida. Aporta mucha salud mental por lo que precisamente es la que intentamos potenciar en la psicoterapia.
También existen otros tipos de inteligencia como son la naturalista que tiene que ver con el conocimiento de la naturaleza (hoy día muy necesario para proteger nuestro planeta) y la espiritual o existencialista. Las personas con esta última son las que buscan las respuestas a las grandes preguntas transcendentales.
En PsicoTorres contamos con un equipo multidisciplinar para ayudarte a descubrir tus múltiples inteligencias y poder enfocar tu futuro laboral. Contamos con test psicométricos para evaluarla. También somos especialistas en técnicas de estudio y realizamos psicoterapia para abordar los problemas psicológicos que puedan surgir. Estamos a tu disposición. Pide información en el 653234336. Nuestros centros están en María Auxiliadora, número 74, 2ºB y María Auxiliadora, Nº 55, Entreplanta 1.
A las personas que tienen una discapacidad intelectual o del desarrollo se les ha ido llamando de distintas formas a lo largo de la historia. Se van buscando los nombres menos peyorativos y estigmatizadores. Sin embargo, los cambios de nombres quedan intactos los prejuicios, ya que la discapacidad también está en la mirada del otro. Por ese motivo, en los últimos años, se está dando tanta visibilidad y películas como Campeones están haciendo una fantástica labor.
Hay que entender a las personas con sus capacidades y limitaciones concibiendo la discapacidad como la interacción entre estas y el entorno social que nos rodea. La discapacidad genera unas limitaciones en el funcionamiento humano, por lo que hay que poner énfasis en los apoyos que la persona necesita para mejorar su funcionamiento. Precisamente, en eso consiste una de las labores fundamentales del Psicólogo: averiguar que apoyos necesita la persona para mejorar su funcionamiento y como consecuencia, su calidad de vida. En PsicoTorres, contamos con instrumentos como el SIS (Escala de intensidad de apoyos) para su medición.
La discapacidad intelectual es una discapacidad que se manifiesta durante el periodo de desarrollo e incluye tanto déficit en el funcionamiento intelectual como en el funcionamiento adaptativo en los dominios conceptual, social y práctico. Deben cumplirse los tres criterios:
- Déficit en el funcionamiento intelectual, como razonamiento, resolución de problemas, planificación, pensamiento abstracto, juicios, aprendizaje académico, y aprendizaje a partir de las experiencias, han de ser confirmados tanto por la evaluación clínica como por la aplicación individualizada de un test de inteligencia.
- Déficit en el funcionamiento adaptativo que implica dificultades en el cumplimiento de los estándares socioculturales y del desarrollo necesarios para tener independencia personal y responsabilidad social. Sin apoyo constante, los déficit adaptativos limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida diaria, como la comunicación, la participación social y la vida independiente, a lo largo de múltiples entornos tales como el hogar, el colegio, el trabajo y la comunidad.
- El déficit en el funcionamiento intelectual y adaptativo aparece durante el periodo del desarrollo.
En PsicoTorres podemos hacer la evaluación clínica y la medición a través de un test de inteligencia, como indica el criterio A del manual diagnóstico por el que se rige nuestra profesión. Respecto al criterio B, podemos planificar un plan de apoyos a medida de la persona que acuda a consulta y aportar apoyo psicológico tanto a el individuo como a sus familiares. En cuanto al criterio C, lo explicamos con más detenimiento a continuación.
Para detectar que una persona tiene una discapacidad intelectual hay que observar su evolución a lo largo del desarrollo. Hay que prestar especial atención en su infancia a diferentes niveles de desarrollo.
El síndrome de down es la principal causa de discapacidad y la alteración genética humana más común que surge de forma espontánea. En lugar de tener 46 cromosomas divididos en 23 pares, las personas con síndrome de down tienen 47 cromosomas, en el par 21 existen 3 cromosomas. Por ese motivo, también es conocido como trisomía 21. Las personas con este síndrome tienen características comunes pero cada individuo es singular con una apariencia, personalidad y habilidades únicas. Existen tres tipos dentro de este síndrome:
Se puede pensar que un psicólogo no puede ayudar a las personas con síndrome de down debido a que algunos muestran dificultades de expresión. Sin embargo, en función de las necesidades individuales y la etapa evolutiva se puede realizar un tratamiento psicológico.
El Síndrome de X frágil es una discapacidad intelectual causada por un gen específico. Es hereditario y una prueba genética lo detecta. Ese gen causa una proteína necesaria para el desarrollo cerebral, cuanto más severos sean los cambios de ese gen, mayores serán los síntomas de este síndrome. La persona con este síndrome muestra un déficit a nivel social y emocional. También está afectado su lenguaje e inteligencia. El tratamiento psicológico puede ir enfocado a mejorar su calidad de vida abordando dichas dificultades.
El 75% de las personas con el síndrome de Williams suelen tener discapacidad intelectual en algún grado. Es causado cuando falta alguna copia de varios genes. Los síntomas más comunes a nivel psicológico con los que podríamos ayudar son: retraso del lenguaje y en el desarrollo, TDAH, trastorno de aprendizaje y discapacidad intelectual de leve a moderada.
El síndrome de Angelman es un trastorno genético que causa problemas con la forma en la que se desarrolla el cerebro y cuerpo. Suele ser diagnosticado entre los 6-12 meses de edad, siendo la primera vez donde se hacen visibles los problemas en el desarrollo. Realizar terapia psicológica puede ayudar a manejar la hiperactividad, los problemas de sueño y los problemas del desarrollo.
El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético poco frecuente que provoca problemas físicos, mentales y conductuales. Un dato muy relevante para su detección es que la persona tenga una sensación constante de hambre que suele comenzar a partir de los 2 años. Puede ser diagnosticado a través de un análisis de sangre. El análisis identificaría las anomalías en los cromosomas.
El psicólogo puede ayudar con las habilidades sociales e interpersonales adecuadas para la edad. También con el control del comportamiento o trastornos asociados a este síndrome como suelen ser los trastornos del estado de ánimo o trastornos obsesivos compulsivos.
El síndrome de 5P también es conocido con el nombre de «Maullido de gato». Esto es así, debido a que cuando son bebés su llanto parece como el maullido de un gato. El motivo es que el bebé tiene un estrechamiento en la laringe y se va corrigiendo con el crecimiento.
Las características físicas y psicológicas que presentan son: discapacidad intelectual, retraso en el crecimiento, dificultades para comunicarse, microcefalia (cabeza pequeña) y el llanto agudo. En cuanto a la discapacidad intelectual existen grandes variaciones en cada caso y resulta ser de suma importancia la estimulación precoz.
Este síndrome es una anomalía cromosómica que causa un cuadro clínico con malformaciones congénitas cuyos rasgos característicos incluyen defectos cardíacos, anomalías del paladar, dismorfismo facial, retraso en el desarrollo e inmunodeficiencia. Como psicólogos podemos resultar de utilidad con lo que respecta al retraso del desarrollo y a mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familiares.
Para concluir, queremos dejar un mensaje claro y es que la discapacidad intelectual no es fija, ni dicotómica, sino fluida, continua y cambiante de acuerdo con las limitaciones funcionales de la persona, sus capacidades y los apoyos disponibles de su entorno. Realizando una intervención enfocada en aumentar los apoyos y los servicios para estas personas, enfocada también en la inclusión comunitaria y el bienestar personal, sus limitaciones podrán disminuir.
Cuenta con el equipo de PsicoTorres para cuidar de tu calidad de vida. Estamos en Calle María Auxiliadora, nº 74, 2ºB y Calle María Auxiliadora, nº 55, entreplanta 1. Pide información y tu cita en el 653234336.
El Trastorno Específico del Lenguaje es una afectación en la ADQUISICIÓN, COMPRENSIÓN o EXPRESIÓN del lenguaje hablado o escrito. Las funciones del lenguaje son comunicar, la interacción social, la organización del pensamiento y la autorregulación del comportamiento o la memoria, entre otras. Por tanto, las personas con un trastorno específico del lenguaje tienen afectadas todas estas áreas.
Este trastorno implica un retraso del lenguaje de al menos 1 año de la edad cronológica de la persona. Este retraso no debe ser explicado por una discapacidad intelectual, física y/o auditiva. Tampoco debe ser explicado por un trastorno emocional o una deprivación ambiental. Por otro lado, hay que descartar un retraso simple del lenguaje, una afasia adquirida o el autismo. Debido a su complejidad diagnóstica, es recomendable acudir a profesionales que evalúen a la persona en cuestión. A los 4 años hablamos de un «posible» trastorno y a los 5 años puede ser diagnosticado con fiabilidad. Sin embargo, cuánto antes se pongan en manos de un profesional mejor. En PsicoTorres contamos con un equipo multidisciplinar para realizar su evaluación, diagnóstico y tratamiento.
La intervención debe basarse en la colaboración, comunicación e inclusión de la familia, el colegio, los diferentes especialistas y la persona con el trastorno específico del lenguaje. La colaboración con un Logopeda es esencial, es quién pone las bases para que podamos trabajar el resto de profesionales.
Las preguntas frecuentes que hacen los familiares cuando acuden a consulta son del tipo: ¿Por qué mi hijo?, ¿El fallo soy yo? Rotundamente No. Es muy importante comprender que no es hereditario, sino que tiene un origen Neurolingüistíco.
Mucho del trabajo que realizamos como psicólogos es con la familia. Damos pautas de comunicación y trabajamos a nivel emocional. Ayudamos a asumir el problema, trabajamos la ansiedad, la angustia y la depresión que puede sobrevenir por la incomprensión y la impotencia. Con el hijo trabajamos las dificultades comunicativo-lingüísticas y las conductas desadaptativas a nivel social, emocional, sexual y académico.
La colaboración con la familia es muy beneficiosa y fundamental para el éxito del tratamiento. Nuestra forma de trabajar es entrenarles como co-terapeutas. Esto permite llevar a cabo la intervención en un contexto natural y de forma exhaustiva. De esta manera, hay más oportunidades de trabajar las dificultades comunicativas.
Estas pautas son muy generales. Según el tipo de trastorno específico del lenguaje que tenga la persona, la intervención es más concreta. Por ello, es necesario acudir a especialistas que evalúen y desarrollen un tratamiento específico. Como equipo, en PsicoTorres, el Neuropsicólogo se encarga de evaluar y diagnosticar a la persona. Respecto al tratamiento, también se encarga de las dificultades comunicativas tanto con la familia como con la persona afectada. Por otro lado, las psicólogas sanitarias dirigen su trabajo al área emocional.
Los problemas emocionales suelen aumentar con la edad. Las dificultades con el lenguaje les hacen sentir incompetentes y su autoeficacia se ve afectada. El riesgo de sufrir una depresión y ansiedad aumenta a partir de los 20 años. En esta edad es especialmente importante que la intervención vaya dirigida a mejorar el funcionamiento social y la regulación emocional. No obstante, en cualquier edad es importante ya que nos sirve para prevenir.
Recomendamos ver la conferencia de la Dra. Eva Mª Aguilar para saber más sobre esta problemática. Esta conferencia transmite un mensaje esperanzador «con empeño, se puede». Es la historia de como una niña con Trastorno específico del Lenguaje se ha convertido en una psicóloga que da conferencias sobre ello. El lenguaje no es su fuerte pero ha aprendido a suplirlo con otras habilidades. Eso es precisamente lo que hacemos en los tratamientos.
Si consideras que podemos resultar de utilidad, cuenta con el equipo de PsicoTorres. Estamos en Calle María Auxiliadora, Nº 74, 2ºB y Calle María Auxiliadora, Nº55, Entreplanta. Pide información en el 653234336 y cuadramos una cita.
En PsicoTorres contamos con un equipo multidisciplinar (Neuropsicólogos, Psicólogos clínicos y Psicoterapeutas) para tratar a pacientes con enfermedad de Alzheimer y a sus cuidadores.
La enfermedad de Alzheimer es una patología neurológica, progresiva e irreversible cuya característica más común es la pérdida de memoria. Las personas que la padecen tienen una reducción progresiva de la capacidad de pensar, recordar, aprender y razonar. Esto ocasiona una gran dificultad para cuidarse así mismo. En última instancia, tienen una dependencia total de sus cuidadores.
A nivel psicológico, la carga de los cuidadores es tan grande que se ha llegado a hablar del «Síndrome del cuidador». Un cuidador también necesita un apoyo psicológico, ya que para cuidar bien, hay que cuidarse. No podemos olvidarnos de nosotros mismos porque al final nuestra energía se va agotar y no podremos ser la ayuda que deseamos.
El continuo normal de la enfermedad de Alzheimer es:
Aunque no hay dos enfermos iguales, la evolución típica se divide en sucesivas fases. Habitualmente se emplean dos sistemas para graduar su evolución:
Esta escala contempla la evolución de la cognición y la función cotidiana donde se recogen 7 etapas. Esta clasificación puede resultar de gran utilidad al lector, ayuda a comprender que le está ocurriendo a nuestro ser querido. Asimismo, puede ayudar a dar el paso de ponerse en contacto con expertos.
Se corresponde con el individuo normal. No existen quejas demandadas por los pacientes o familiares ni existen trastornos evidentes de la memoria al realizar la entrevista clínica.
Hay quejas por parte de los pacientes o familiares. Empiezan a existir olvidos de los nombres que previamente conocían u olvidos de dónde han colocado algún objeto. Sin embargo, no existe evidencia objetiva de que la memoria esté afectada y tampoco hay quejas en otros entornos como el trabajo o situaciones sociales.
A partir de este grado de enfermedad el paciente no tiene conciencia de sus déficit. Alguna de las áreas que suelen estar afectadas son las siguientes:
En este grado de enfermedad es cuando se empieza hablar de demencia. Su estadio es leve. La orientación, el reconocimiento de personas o caras familiares y la capacidad de desplazarse a lugares familiares son áreas que no están afectadas. Sin embargo, muestra incapacidad de realizar tareas complejas y abandona las situaciones exigentes. En la entrevista clínica se observan déficit evidentes en las siguientes áreas:
El paciente tiene una demencia con estadio moderado. La ayuda de expertos debe ser inmediata. En esta fase el paciente no recuerda datos relevantes de su vida actual como su dirección, número de teléfono, nombres de familiares próximos, etc. Está desorientado en el tiempo, no recordando qué fecha es, ni qué día de la semana, ni en qué estación estamos, etc. Sin embargo, recuerda su nombre y el de su pareja e hijos. Se asea con independencia, aunque puede tener dificultad en la elección de la ropa adecuada.
Su demencia se corresponde a un estadio moderadamente grave. En esta fase es común que olvide el nombre de su cuidador principal, aunque el suyo lo recuerda. También desconoce los acontecimientos y experiencias recientes de su vida. El conocimiento de su vida pasada lo mantiene pero de forma caótica. Asimismo, sabe distinguir entre familiares y no familiares. Desconoce su entorno, el año en el que estamos, la estación, etc. Necesita ayuda para realizar actividades cotidianas y existen cambios emocionales y de personalidad como:
La demencia está en estadio grave. Ha perdido de forma progresiva las capacidades verbales y psicomotoras. El cerebro es incapaz de decirle al cuerpo lo que debe de hacer. Hay incontinencia y requiere asistencia tanto para el aseo como la alimentación.
La Neuropsicología es la especialidad de la psicología que estudia la relación entre el cerebro y la conducta. Por tanto, la evaluación Neuropsicológica es un método diagnóstico que estudia el funcionamiento cerebral. Permite comprender cómo funcionan las diferentes áreas y sistemas del cerebro a través de la medición de las capacidades cognitivas. En esta evaluación integramos datos cuantitativos (resultados y puntuaciones de diferentes pruebas) y datos cualitativos (a través de la observación de la conducta).
Con esta evaluación obtenemos:
Además de evaluar y realizar un tratamiento para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia tipo Alzheimer, en PsicoTorres aportamos apoyo psicológico a los familiares. Puedes pedir información en nuestro número de teléfono 653234336. Estamos en Calle María Auxiliadora, nº 74, 2ºB y Calle María Auxiliadora, nº 55, Entreplanta 1.
Un Ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. El término de Ictus sustituye a otros conceptos como trombosis, embolia, derrame, apoplejía, etc. Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN) recomiendan este primero como único término para referirse a cualquier tipo de patología cerebrovascular aguda.
Esta patología representa la segunda causa de muerte (la primera en la mujer) en España. También se considera una de las principales causas de discapacidad permanente en el adulto y la segunda causa de demencia tras la enfermedad de Alzheimer. Respondiendo a esta demanda de la sociedad, en PsicoTorres realizamos un tratamiento especializado para las personas que hayan sufrido un Ictus.
La principal causa de los Ictus es la tensión arterial elevada, siguiéndole el sedentarismo. También existen otros factores como las comidas grasas, el consumo excesivo de alcohol o drogas, la diabetes o el estrés entre otros.
Ante cualquiera de estos síntomas hay que acudir de forma urgente al hospital, ya que el retraso en el diagnóstico y tratamiento puede hacer que los daños sean irreversible.
Cuando el paciente llega a consulta lo primero que realizamos es una evaluación de cuales son sus funciones afectadas. Una vez evaluadas, diseñamos un plan de tratamiento individualizado para la persona teniendo en cuenta sus necesidades.
Las áreas que se suelen tratar son:
Estas son algunas de las áreas más comunes que se suelen afectar, aunque pueden existir gran variedad de ellas, con las cuales también trabajamos. Si crees que podemos ayudarte no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te atendemos en el 653234336. Estamos en C/ María Auxiliadora, nº 74, 2ºB y C/ María Auxiliadora, nº 55, entreplanta 1.