Tener una buena comunicación en el hogar siempre es importante, pero en época de confinamiento más todavía. Estamos pasando muchas horas juntos, ya sea con compañeros de piso, con las parejas, con nuestros familiares… o si estamos en soledad, en los momentos que nos comuniquemos también es muy importante que sea de forma asertiva.
El hecho de estar viviendo una situación complicada puede generar irascibilidad. No dejemos que ésta nos domine. Vamos a aprender a canalizarla de forma saludable. Como ya hemos comentado es normal tener miedos, o incluso sentirnos molestos con la situación, pero hablemos de ello de forma adecuada.
Como decía el famoso experto en comunicación Paul Watzlawick «es imposible no comunicar». Ser es comunicarse, toda nuestra conducta es comunicación. Lo que decimos y lo que no decimos. Nuestro lenguaje verbal y no verbal. Las miradas, los gestos, los silencios… también expresan.
La comunicación es la base para tener relaciones interpersonales satisfactorias. Somos seres sociales por lo que es de suma importancia estar conectados con los demás. Es una necesidad básica para sentir bienestar.
Para tener una comunicación saludable hay que tener en cuenta distintos aspectos.
Para comunicarse de forma funcional siempre hay que tener en cuenta al otro. Muchas veces el hecho de no tenerle en cuenta nos lleva a lo que denominamos el «sincericidio». Suele ir acompañado de frases como «yo siempre digo lo que pienso», «quien bien te quiere te hará llorar», «si no lo suelto reviento» o derivados. Recordar que la sinceridad sin empatía, es solo crueldad.
Por otro lado, puede ocurrir que el mensaje que vayamos a transmitir sea muy empático, pero si no tenemos en cuenta al otro tampoco va a servir. Existen dos situaciones muy comunes donde ocurre esto:
La comunicación asertiva la utilizan las personas que expresan lo que sienten y piensan sin dañar al otro. Hay una variante en este tipo de comunicación que se puede utilizar para los casos de las situaciones que hemos mencionado anteriormente, es el silencio asertivo. Significa guardar silencio cuando se percibe que la otra persona no está en buena situación de escuchar.
Es muy importante que quede clara la diferencia entre el silencio asertivo con el estilo de comunicación sumiso. Como hemos mencionado, el silencio también es comunicación. En cambio, el sumiso no expresa en ninguna situación cómo se siente y piensa, por lo que es común que posteriormente explote. Sus palabras no dichas pueden manifestarse a través de somatizaciones (dolores de cabeza, dolores musculares, síntomas de ansiedad, etc.) ya que todo lo que callamos, el cuerpo lo habla, o a través del estilo de comunicación agresivo. El estilo agresivo lo utilizan las personas que se expresan dañando a la otra persona, suelen realizar críticas no constructivas, burlas, ataques, desprecios, etc.
Una técnica sencilla que podéis empezar a poner en práctica en estos días de confinamiento para trabajar la asertividad es EL MENSAJE YO. Este mensaje está basado en nuestras emociones. Se utiliza para expresarle a alguien cómo nos sentimos cuando hace ciertas conductas:
«Yo me siento (añadir emoción) cuando tú haces (añadir conducta)».
Si en estos días de confinamiento no conseguís tener una comunicación funcional, os ayudamos. Tener una buena comunicación es una forma de cuidar vuestras emociones y vuestra salud mental. Podéis poneros en contacto a través del número de teléfono: 653234336. Seguimos realizando terapia de manera online.
Habrá que empezar aplicarlos, ya son muchos días. Muchas gracias
Que artículo tan bueno, claro y eficaz. Con consejos muy prácticos
[…] Asimismo, cómo nos sentimos tiene poder sobre nuestro sistema inmune. Por lo tanto, tener una Comunicación funcional tiene más beneficios de los que podemos pensar. En estos tiempos, más que nunca, hay que generar […]
[…] tenemos e intentar ir mejorando nuestra forma de comunicarnos con los demás. No cuidar nuestra comunicación puede generar problemas de convivencia o dañar las relaciones que actualmente estamos manteniendo […]
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