Entendemos que todas las “familias” experimentan cambios a lo largo del tiempo y en estos cambios observan unas determinadas regularidades. Las familias se ajustan por lo tanto a un cierto patrón previsible que se puede descubrir en términos de etapas y tienen que superar “crisis anunciadas”.
Del mismo modo que los individuos que nacen tienen un comienzo, un desarrollo y un fin. La familia al presentarse como un ente vivo sigue siendo el mismo proceso.
La mayoría de los autores coinciden en que las etapas o ciclos vitales de la familia son cualitativamente diferentes entre sí. En cada uno de ellos se dan constelaciones emocionales y relacionales distintas entre sus miembros, cada etapa plantea exigencias específicas y por lo tanto respuestas y tareas evolutivas determinadas. El cambio de un ciclo a otro no es un mero cambio cuantitativo sino una verdadera transformación de todo el sistema familiar.
Actualmente la familia no solo puede entenderse desde el aspecto tradicional (mamá, papá e hijos) sino que también puede estar constituida por uno de los padres y los hijos, uno de los padres y otros familiares, hijos a cargo de otros adultos (incluso no familiares) Sus funciones específicas son: Dar afecto, cuidar y educar a sus hijos. Es la primera fuente de estímulo para los niños. Los papás regulan las demandas de alimento, afecto, protección y seguridad.
Los niños demandan la satisfacción de sus deseos Es el espacio donde los niños pasan de la dependencia infantil a la independencia y vida adulta. Para facilitar esto, la familia crea el ámbito de contención, ayudándolo a aprender a cuidarse, tener confianza en sí mismo, ser capaz de tomar decisiones y de aceptar o rechazar influencias ajenas A lo largo de la vida, las familias atraviesan distintos tipos de crisis que según las características de las mismas las podemos clasificar en crisis evolutivas o inesperadas.
Con la formación de una pareja queda constituido un nuevo sistema, que será el inicio de una nueva familia. Este nuevo sistema/pareja tendrá características nuevas y propias. A su vez cada uno de los miembros de la pareja traerá creencias, modalidades y expectativas que habrán heredado de sus propias familias de origen. Al formar un nuevo sistema tendrán que examinar cada una de éstas y negociar para establecer su nueva identidad como una nueva familia; aceptando las diferencias y manteniendo sus individualidades. En la evolución de una pareja habrá diferentes etapas, momentos de tranquilidad y otros de crisis.
En Psicotorres analizamos todas las preocupaciones que pueda traer a consulta la pareja, ahondando en sus vidas personales, en el tipo de relación que llevan, en su motivación, y sobre todo estableciendo un diálogo respetuoso. En numerosas ocasiones los problemas se originan por una falta de comunicación eficaz, cosa que en terapia se soluciona.